sábado, 20 de noviembre de 2010

LOS RÍOS DE ESPAÑA

Características de la red hidrográfica española:
  • Disimetría de la red fluvial, es decir, hay una acusada diferencia entre la superficie peninsular que vierte sus aguas hacia el Atlántico ( 69%)y la que las vierte hacia el Mediterráneo (31%). Es el relieve y la inclinación hacia poniente, la causa de esta diferencia.
  • Adecuación al relieve: esto provoca la gran longitud de los ríos que discurren por las llanuras (en torno a 1000 km) y el corto recorrido de los ríos de montaña (100km). Los ríos de la Meseta destacan por su escasa pendiente y lentitud de sus aguas frente a la acusada pendiente, velocidad y fuerza erosiva de los ríos de los sistemas montañosos exteriores a la Meseta.
  • Paralelismo: los cauces están relativamente equidistante y regularmente distribuidos sobre el espacio. Eso determina la existencia de cuencas muy amplias.
  • Alternancia entre cursos de agua y sistemas montañosos debido a la disposición paralela del relieve. Nuestros ríos se sitúan entre dos sistemas montañosos y el curso fluvial es más o menos paralelo al eje de las cordilleras. Así se explica que ríos que discurren por zonas de pocas precipitaciones puedan tener un caudal considerable gracias al agua procedente de las montañas.
  • Intensa relación con la ocupación del territorio. El emplazamiento de las ciudades antiguas se encuentra junto a importantes cursos de agua.
VERTIENTES
a) Vertiente mediterránea.
Está limitada por la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico, el Sistema Bético y los Pirineos, por lo que drena un 25% de las aguas peninsulares. A excepción del Ebro, son ríos poco caudalosos, ya que atraviesan la España seca, e irregulares. Pueden tener grandes crecidas, en relación con las lluvias torrenciales y gotas frías que ocasionalmente asolan estas zonas, y fuertes estiajes estivales. Esta irregularidad provoca que aparezcan ramblas y torrentes, que solo llevan agua en época de lluvias. Por último, son ríos muy utilizados para el regadío, especialmente en la Comunidad Valenciana y Murcia.
Destacan las siguientes cuencas hidrográficas y ríos:
  • Pirineo Oriental. Los más importantes son el Ter y el Llobregat.
  • Levante. Son ríos que nacen en el Sistema Ibérico, como el Mijares, Turia, Júcar o Cabriel. Poseen un régimen pluvio – nival con grandes crecidas en ocasiones. Son utilizados para el regadío de huertas y cítricos
  • España Árida. El más importante es el Segura. Presenta caudales más bajos, pero grandes crecidas en otoño.
  • Cuenca meridional andaluza. Presenta régimen pluvio – nival casi subtropical. Ejemplo: Guadalhorce.
  • Ebro: nace en Fontibre (Cantabria), pasa por Logroño y Zaragoza y desemboca en Tortosa (Tarragona) formando un gran delta. Es el más caudaloso de España y el segundo en extensión de cuenca. Posee un régimen pluvio – nival en la cabecera y curso alto de sus afluentes y pluvial oceánico en el resto. Sus afluentes más caudalosos vienen de los Pirineos, destacando el Aragón, Gállego, Cinca y Segre. Desde Sistema Ibérico vierte sus aguas el Jalón. Es muy utilizado para regadíos.
b) Vertiente atlántica.
Limitada por la Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico y Sistemas Béticos. Es la cuenca más grande de las tres en extensión, debido a la basculación de la Meseta hacia el oeste
Destacan las siguientes cuencas y ríos:
  • Zona meridional. Son ríos cortos y de régimen pluvial. Ejemplos: Guadalete, Tinto y Odiel.
  • Ríos Gallegos. Son cortos y caudalosos, formando rías en su desembocadura. Destacan el Tambre, Ulla, Miño y su afluente el Sil.
  • Duero: nace en los Picos de Urbión (Soria), pasa por Zamora y desemboca en Oporto, formando un gran estuario. Su cuenca es la de mayor extensión de la Península y es, tras el Ebro, el río más caudaloso de España. El Duero y sus afluentes tienen un régimen pluvio-nival en la cabecera y pluvial en el resto. Sus principales afluentes son, por la derecha, el Pisuerga y el Esla; y por la izquierda, el Adaja y el Tormes.
  • Tajo: nace en la Sierra de Albarracín (Teruel), pasa por Toledo y desemboca en Lisboa, formando un estuario. Es el más largo de la Península, con más de 1.000 kilómetros. Posee un régimen pluvio-nival en la cabecera que pronto se hace pluvial. Es un río muy alterado por el hombre, con grandes embalses como los de Entrepeñas y Buendía y el trasvase Tajo – Segura. Sus principales afluentes son, por la derecha, el Jarama, el Tiétar y el Alberche; y por la izquierda, el Salor.
  • Guadiana: nace en las Lagunas de Ruidera, entre Albacete y Ciudad Real, aunque hasta su paso por las cercanías de Ciudad Real tiene un caudal intermitente y escaso, debido a la sobreexplotación que ha sufrido su cabecera. Pasa por Mérida y Badajoz y desemboca en Ayamonte (Huelva). Tiene un régimen exclusivamente pluvial subtropical. Sus afluentes principales son el Záncara, el Cigüela, el Jabalón y el Zújar.
  • Guadalquivir: nace en la Sierra de Cazorla (Jaén), pasa por Córdoba y Sevilla y desemboca en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Excepto el Genil y los afluentes que nacen en los Sistemas Béticos, el Guadalquivir y sus afluentes (Jándula o Guadalimar) tienen un régimen pluvial mediterráneo.
c) vertiente cantábrica.
La vertiente cantábrica, con ríos cortos y de rápida corriente, por la proximidad al mar de la alta cordillera en que nacen. También son caudalosos por las frecuentes lluvias. Entre los más importantes figuran el Nervión, que forma la ría de Bilbao, y el Nalón y el Navia, ríos asturianos.

PULSA AQUÍ, Para Ver El Régimen de los distintos Ríos Españoles

REGÍMENES FLUVIALES

Los regímenes fluviales se clasifican de acuerdo con el sistema de alimentación de los ríos, es decir, atendiendo a la procedencia de las aguas. Podemos distinguir ríos con régimen nival, pluvial o mixto (nivo-pluvial o pluvio-nival, según predomine la nieve o la lluvia.
Los ríos con régimen nival: las aguas fluviales proceden de la fusión de las nieves. Se presenta en ríos que nacen a elevada altitud donde se producen precipitaciones sólidas. Se caracteriza este tipo de régimen por llevar aguas altas en primavera y comienzos del verano; los mínimos o aguas bajas correspondes a la estación invernal. El régimen nival es escaso en la Península, limitándose a la zona axial o central de los Pirineos.
Régimen nivopluvial: presente en aquellos cursos de alta montaña, cuyos caudales están influidos primero por el deshielo y, en 2º lugar, por las precipitaciones líquidas. (Sella y Nalón)
Régimen pluvionival: tipo que, a pesar de tener una alimentación esencialmente de lluvias, tiene un máximo principal en primavera porque a las lluvias se añade agua procedente de la fusión de las nieves en los núcleos montañosos (Pisuerga, Tormes)
Regímenes complejos: son los propios de los grandes ríos (Ebro, Duero, Guadinana y Guadalquivir) dado que las aguas de sus múltiples afluentes suelen tener distinta procedencia.
Los ríos con régimen pluvial: el caudal solo depende de las precipitaciones.

Régimen fluvial es el modo de fluir de un río, y se estudia a través de los siguientes parámetros:
- Caudal
- Regularidad
- Crecidas y estiajes
- Coeficiente de desagüe
Antes de pasar a analizar estos parámetros hay que señalar que en la actualidad muy pocos ríos españoles tienen regímenes naturales, pues la mayoría están regulados por obras (embalses, pantanos, etc...) realizados por el hombre para asegurar un mejor aprovechamiento de las aguas. La mayor parte de estas obras tienen que ver con asegurar una regularidad en los caudales que permita un aprovechamiento constante.
Por otro lado, la abundantísima utilización de agua por el hombre, en las ciudades, la agricultura, la industria, etc... a lo largo de los cauces, hace que los regímenes fluviales tampoco sean naturales.
CAUDAL
Es la cantidad de agua que fluye por un río1. caudal de un río se mide en las Estaciones de Aforo. Podemos distinguir:
a/ Caudal absoluto o módulo. Es el total de agua que lleva o circula por un río en un punto determinado, se expresa en m3/seg. Es directamente proporcional a las precipitaciones y a la extensión de la cuenca.
b/ Caudal relativo o específico. Son los m3 o litros por Km2. de cuenca.
Es directamente proporcional a las precipitaciones e inversamente proporcional a la extensión o superficie total de la cuenca.
Con el caudal modular hallaremos el coeficiente. Conocer el coeficiente es importante porque lo utilizaremos para realizar y estudiar los hidrogramas o representaciones gráficas de los caudales de los ríos.
Para hallar los coeficientes mensuales debemos conocer el caudal medio de cada mes y sumarlos, el resultado se divide por 12, con lo que obtendremos el caudal medio anual; después se divide el módulo mensual por el módulo medio anual, el resultado es el coeficiente que oscila de 0 a 3. Tomemos como ejemplo el río Guadalquivir y el mes de enero: Ejemplo: 336,0:183,5=1,83… y del mismo modo se procederá con el resto de los meses.
LA REGULARIDAD
Se trata de estudiar los caudales a lo largo del año. Utilizamos los siguientes parámetros:
a/ Comportamientos mensuales: se hallan los caudales modulares mensuales y se ponen en relación con los caudales modulares anuales (módulo mensual/módulo anual). El cociente raramente sobre pasa el número 3. Con estos cocientes hacemos un índice:
Valor 1: igual al modelo anual
Valor superior al 2: mes de abundancia (mayor al módulo anual)
Valor inferior al 1: mes de escasez.
Estos datos se representan en un histograma (gráfico que recoge la evolución temporal).
b/ La irregularidad: se halla el cociente del valor mensual más alto por el más bajo (caudal modular medio del mes máximo/caudal modular medio del mes mínimo).
El resultado son valores que clasificamos en el siguiente índice:
- Inferiores al 3, ríos regulares
- Entre el 3 y el 7, ríos de transición
- Superiores al 7, ríos muy irregulares
Con estas cifras sucede como con las anteriores, que son significativas especialmente para los pequeños ríos, pues los grandes ríos reciben agua de afluentes de características muy variadas y recorren zonas climáticas muy variadas, por lo que presentan índices elevados de regularidad.
En España son ríos regulares los que se alimentan en la zona climática atlántica u oceánica y los afluentes del Duero que nacen en la cordillera cantábrica, así como los de alimentación nival. Los ríos de la vertiente mediterránea o los del dominio climático interior son irregulares.
CRECIDAS Y ESTIAJES
Están también en función del clima. En el ámbito mediterráneo con un estiaje muy marcado (verano seco) y la frecuencia de lluvias torrenciales (gota fría en muchos casos), especialmente en otoño, son un paradigma de crecidas y estiajes. El ámbito atlántico, en cambio, presenta una mayor regularidad.
De estos dos fenómenos se estudian las dimensiones, la frecuencia, las fechas, la evolución y el origen.
COEFICIENTE DE DESAGÜE
Es el porcentaje de agua que una cuenca fluvial evacua durante un período de tiempo, generalmente un año, en relación con el agua que ha recibido en ese mismo período. En esta relación el agua recibida es a 100, como la evacuada es a “x”.
El agua recibida se calcula multiplicando los metros cuadrados de cuenca por los litros de precipitaciones por metro cuadrado.
El agua evacuada es el caudal absoluto, expresado en hectómetros cúbicos.
El resultado muestra el índice denominado déficit de desagüe, que señala el agua que se pierde, bien por los usos antrópicos de la misma bien por evapotranspiración.









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